La vida trascurre frenética, todo va muy rápido, a la velocidad de la luz. Cada día nos vemos arrastrados por la rutina, las prisas y responsabilidades diarias, pero menos mal, que de vez en cuando, paramos, cogemos aire, contemplamos y es en ese momento que recordamos la importancia de vivir, de apreciar lo que te rodea.
En esta pausa es donde redescubrimos nuestra esencia y la necesidad de adaptarnos aunque sin perder de vista quienes somos. Con esta misma reflexión decidimos dar un paso adelante en nuestro colegio. Dimos el paso de mostrar una nueva imagen que siguiera representándonos y nos simbolizara.
Tomamos la iniciativa de, cambiar el logo.
Es verdad, la forma ha cambiado, los colores han evolucionado, pero la misión sigue siendo la misma; acompañar, educar y formar personas.
El nuevo logo mantiene a San José en el centro, una figura clave de nuestra identidad, pero ahora esta acompañado de un Jesús en edad escolar.
Esta imagen no es casual, es un símbolo de cada uno de los alumnos que crecen y corretean por nuestros pasillos acompañados, tanto por nosotros, los maestros, como por San José.
Seguimos creyendo que la educación es mucho más que enseñar, es formar personas, y en este sentido, nuestro logo lo representa; el del maestro que acompaña y el del alumnos que aprende.
Nuestro logo habla de un colegio que está vivo, que cambia, que se adapta a las diferentes realidades, por lo tanto el nuevo logo nos invita a todos a formar parte de la historia, porque el colegio San José puede cambiar, pero los valores que lo definen siguen siendo tan importantes como siempre.
Artículo de Rebeca Ferrero Pastor, Directora Pedagógica del colegio San José d’Ontinyent